La distribución y los roles de trabajo
La mariguana que se produce en la sierra o la metanfetamina que se fabrica en laboratorios clandestinos se coloca después con centros de distribución en las ciudades y poblados. De ahí surten a quienes colocan los enervantes en las calles, por medio de una “fuerza de venta”, es decir, un equipo de “puchadores”, vigías y seguridad.
“Los de abajo somos los que mantenemos fuerte a los de arriba”, dice Daniel con cierto dejo de queja.
“Por decirlo, si yo en mi venta vendo una o 2 libras, pero cuántos más habemos. Al final del día cuánto (dinero) no llega a arriba”.
Los vendedores asalariados, como Franco, ven en esa cadena de narcomenudeo una oportunidad para ascender a un mejor ingreso.
-¿Hay oportunidad de ascender?, ¿de ser más chingón?
Sí. A veces, que te suben directo con ellos, o que te cargan monitoreando, así llevándole las pilas o cargadores a los “punteros” (vigías) o haciéndole mandados a ellos.
-¿Eso es más chingón que “tiradero”?
Sí, porque le pagan más a uno y es más allegado a ellos. A ellos le dan 5 mil (pesos) a la quincena. A los punteros les pagan mil 500 a la semana.
-Y tu patrón, ¿era de los vendedores y también de los punteros?
De todos los punteros.
-¿De todo el sector (de cuatro colonias)?
Sí.
-¿Era joven o viejo?
Joven. Si acaso 30 (años).
A los vendedores de mota y crystal se les asigna protección con “patrullitas”, que son personas en automóviles con la tarea de cuidarlos, de acuerdo con las posibilidades económicas del “patrón”.
Cada distribuidor distingue su producto con una marca de ropa deportiva o de diseñador, como Chanel, Prada o Versace, a la vez que le estampa el precio de 50 pesos en pequeñas bolsas con 200 miligramos de crystal, por ejemplo. La mariguana se vende en bolsas de plástico de 5 gramos a 50 pesos o cigarros de un gramo a 10 pesos. Pero principalmente, la marca pirata es para delimitar territorio.
Los narcomenudistas identifican sus productos con marcas de ropa de diseñador o deportiva. Incluso, etiquetan el precio de la droga en las bolsas de plástico. Foto: Cortesía de la Secretaría de Seguridad Pública de Culiacán.
Y cuando un distribuidor siente que otro le invade terreno o un vendedor es “Chapulín”, es decir, que también vende droga de otro, responde con el asesinato.
A partir de entrevistas con “puchadores”, cuatro especialistas gubernamentales en seguridad y con el subsecretario de Seguridad Pública de Sinaloa, Cristóbal Castañeda Camarillo, se pudo determinar el funcionamiento del narcomenudeo.
La venta de droga al por menor inicia en un centro maestro que tiene diferentes puntos de venta, ya sea alguna casa, llamada usualmente “tiendita”, o vendedores colocados en la calle, describe Castañeda Camarillo.
“Es un centro de distribución más grande, tienen una red de distribución bastante amplia. Hay un lugar donde tiene que llegar la droga como tal, ahí la dividen en piececitas, y ya a cada quién le dan sus dosis”, explica.
Uno de los cuatro especialistas consultados, ejemplifica las redes de narcomenudeo como un árbol genealógico en las cuales se distingue un crimen poco organizado.
“Puede haber distribuidores de dos, tres, cuatro, cinco, en la ciudad y de ellos dependen muchos… ponen dos, tres, y de esos dependen otros tres… es una red de distribución”, detalla.
“Muchas veces entre ellos, unos y otros no se conocen, invades el campo de acción de uno, de otro, y hay veces que empiezan los problemas, ahí muchas veces es cuando los homicidios se pueden disparar”.
-¿Aunque sean del mismo proveedor?
Así es. Hay veces que no se conocen… muchas veces el homicidio tiene que ver con esto… mucho es por eso, que te metiste en territorio, no estás vendiendo la cantidad que te estoy dando, no estás vendiendo la mía, estás vendiendo la de otros, estás chapulineando (cuando te brincas el mando y te metes en otro territorio, estás vendiendo otro tipo de droga que no te estoy dando a ti, estás agarrándole a otro proveedor), todo eso los lleva a tener problemas ahí en el narcomenudeo, en la venta de menor escala.
Los vendedores de calle suelen desconocer la ubicación del centro de distribución. De acuerdo con otro especialista oficial, quien por seguridad también accedió a la entrevista a cambio del anonimato, esto es una medida de protección en caso de que llegue a ser detenido.
“Se cuidan mucho, al vendedor se la llevan al lugar donde está, para que el vendedor no sepa dónde está (el centro distribuidor), para cuando se le detiene no sepa nada”, dice.
-¿Cuáles son las zonas más marcadas con venta de droga?
Yo creo que no sólo en Culiacán, sino en todo el país, son las zonas más marginales. Hay muchos problemas sociales, su entorno no es el más adecuado.
Entonces, la droga es llevada en motocicleta al punto donde se colocan los “tiraderos”. En algunos casos son mochilas principalmente con mariguana y metanfetamina.
“Normalmente, el modus operandi que nosotros hemos notado, por los aseguramientos, es que no todos cargan la misma cantidad de dosis”, dice el subsecretario de Seguridad Pública, Cristóbal Castañeda.
“Casi todos traen más mariguana, y si hay algo, tiran la mariguana, pero la droga sintética se la llevan. La mariguana la traen en mochila y la droga sintética la traen en bolsas”.
Tan solo la SSP de Sinaloa, de enero a agosto de 2017, ha decomisado 12 mil 955 dosis de metanfetamina con valor de un millón 295 mil 500 pesos y 13 mil 676 dosis de mariguana valuadas en 683 mil 800 pesos.
Entre ambos aseguramientos suman un millón 979 mil 300 pesos, el equivalente al 76 por ciento del presupuesto de 2017 asignado a la Comisión Estatal de Prevención, Tratamiento y Control de las Adicciones.
El modo de venta varía. Va desde lugares fijos en la calle, las casas conocidas como “tienditas”, así como en bares y cantinas, hasta la modalidad de entrega a domicilio, la cual tiene la ventaja de trasladar las dosis que la Ley General de Salud permite para uso personal y evitar así cargos por narcomenudeo en caso de ser detenido. En el caso de la mota se permiten hasta 5 gramos y hasta 200 miligramos de metanfetamina. Las medidas precisas que se venden en la calle.
Dosis al menudeo, alineadas con la Ley General de Salud
Las dosis promedio del narcomenudeo son las que permite el artículo 479 de la Ley General de Salud para consumo personal. Es decir, su portación está despenalizada.
Tipo | Dosis permitida por LGS | Dosis narcomenudeo | Precio promedio |
---|---|---|---|
Mariguana | 5 gramos | Bolsa de 5 gramos | 50 pesos |
Cigarros de un gramo | 10 pesos | ||
Metanfetamina | 200 miligramos | Bolsa de 200 miligramos | 50 pesos |
Fuentes: Ley General de Salud, fuentes oficiales de investigación especializada en seguridad pública y vendedores al menudeo.
Tampoco portan armas, con frecuencia, son otras personas quienes les brindan protección.
“Hay otras áreas de esas organizaciones en las que cuentan con seguridad, son las ‘patrullitas’, que son muy camufladas, no se distinguen, son cualquier carro”, explica uno de los especialistas en seguridad pública.
-¿Culiacán, en cuántos sectores estaría dividido?
Es muy fluctuante. Ahí es poder, qué tanto poder tiene uno más que otro.
En cuanto a los homicidios, sí tiene que ver. Ha habido desmembramiento de cárteles, ha habido problemas de que quieren seguir vendiendo en el mismo territorio, y ya desmembrado el cártel con problemas entre ellos, empiezan a tumbar a los que le llaman ellos punteros, halconeo, inclusive en este año se vio hasta a los mismos consumidores, “no le vas a comprar a él, me compras a mí”.
El descontrol violento por la venta “canibalizada” al menudeo explica, en parte, porqué no disminuye el índice de homicidios, porqué a la mitad de 2017 la tasa de asesinatos en México se mantiene en los niveles de los años en que chocaron el Cártel de Sinaloa y el de Los Beltrán Leyva.
En 2010, la tasa de homicidios por cada cien mil habitantes en México fue de 18.10 casos. Luego, al año siguiente, subió a su punto más alto, 19.75 homicidios por cada cien mil habitantes, según la estadística del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
Como si fuera un columpio, descendió hasta 12.96 casos en 2014, mismo año en el que la producción, venta y uso de mariguana en Colorado y Washington comenzó a operar legalmente y en el que Oregon, Distrito de Columbia y Alaska legalizaron la hierba.
De ahí en adelante, los homicidios en el país volvieron a tomar una tendencia ascendente, hasta cerrar 2016 con una tasa nacional de 16.80 asesinatos por cada cien mil habitantes. A la par, el consumo de mariguana se duplicó en México, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco 2016-2017.
Este año, 2017, podría cerrar con una tasa de 20.36 homicidios por cada cien mil habitantes, según arroja una proyección anualizada realizada por Noroeste con datos del SESNSP.